El grillo y el saltamonte o la fábula de las preguntas
En una de esas gramas -o césped -como le dicen en ciertos lugares- convivían un grillo y un saltamontes muy cerca de la puerta de entrada de la casa. Tenían tanto tiempo siendo vecinos -años para nosotros o días para ellos- que se trataban como familia. Gollo, no dejaba de grillar. Tanto lo hacía que…